sábado, 5 de mayo de 2012

La Teoría del Flujo


Para mi primera evidencia de aprendizaje de la asignatura de Análisis del Funcionamiento Ocupacional, he elegido hablar de la Teoría del Flujo por su relación con la Terapia Ocupacional.
Una definición de flujo sería, un estado de máxima concentración y atención en el cual se pierde la noción del tiempo y te abstrae del contexto que te rodea.
El desempeño ocupacional sería el resultado de la interacción entre las habilidades, destrezas, entorno en el que se encuentra una persona, y las demandas que una actividad requiere para realizarla. Éstas actividades, son propositivas y significativas para la persona que las realiza.
Entonces si relacionamos ambos conceptos, nos encontramos que realizar actividades significativas favorece el máximo involucramiento de la persona potenciando su desempeño ocupacional.
Mihaly Csikszentmihalyi, está considerado como el investigador más importante del mundo en el campo de la Psicología Positiva. Es el creador de la idea de flujo.
 
¿En qué consiste la Teoría del flujo?
La Teoría del Flujo relaciona la habilidad que tiene una persona para realizar una actividad con el grado de desafío que le supone realizarla. 


 
               
Cuando una persona se encuentra tan involucrada, tan comprometida en la realización de una ocupación, llega a un extremo en que se olvida de todo. Está tan concentrada en lo que está realizando que no es consciente del tiempo que puede llevar haciéndolo, sin importarle o no si tendrá éxito o fracaso. Esa sensación le causará un placer que le hará que quiera repetir la actividad para sentir de nuevo esa sensación, ese estado de flujo.
Cuando somos capaces de afrontar la vida con esa implicación y entusiasmo, logramos tener una personalidad autotélica, (del griego auto (yo) y telos (meta)).
Una actividad autotélica sería aquella actividad que hacemos por sí misma, porque su meta principal es vivirla.
Según Csikszentmihalyim, cualquier actividad física o mental, puede producir un estado de flujo, si se dan unos elementos que son relevantes, es decir, que se pongan en juego una serie de requisitos. Para ello, la actividad a realizar, tiene que ser complicada, tiene que suponer un desafío, tiene que haber un compromiso por parte de la persona, que la actividad tenga unos objetivos claros que le proporcionen un feedback inmediato y que ésta, esté al nivel de sus habilidades, que sus capacidades estén a la altura.
Esto es muy importante porque si los desafíos ocupacionales superan las habilidades de la persona, ésta puede entrar en un estado de ansiedad, al no verse capaz de realizarlo. Por el contrario, si las habilidades de la persona superan a las demandas requeridas por la actividad, la persona se puede aburrir al no existir motivación, un desafío o un reto de realizarla.
Resulta curioso pero el trabajo, es más propicio que el ocio para alcanzar el “estado de flujo”. La clave está en que en el trabajo, tenemos unos objetivos claros de lo que tenemos que hacer, y nos proporciona un feedback inmediato de si lo estamos haciendo bien o mal.
Entrevista de Eduard Punset a Mihaly Csikszentmihalyi, sobre el estado de flujo:

 
El ideal de un Terapeuta Ocupacional es conseguir que una persona sea capaz de implicarse en la realización de una ocupación que sea propositiva y significativa.
El Terapeuta, cuando analiza el funcionamiento de una ocupación, lo hace centrándose en el entorno, en la actividad y en la propia persona, por lo que su objetivo consistirá en intervenir manipulando las condiciones ambientales y de la actividad, para hacer posible un óptimo desempeño ocupacional y con ello, lograr involucrar a la persona en la realización de una determinada actividad, y que esa actividad le pueda producir un estado de flujo.

Csikszentmihaly, M. (1998) Aprender a fluir. Barcelona. Editorial Kairós sexta edición.

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