Para mi primera evidencia de aprendizaje de la asignatura
de Análisis del Funcionamiento Ocupacional, he elegido hablar de la Teoría del
Flujo por su relación con la Terapia Ocupacional.
Una definición de flujo
sería, un estado de máxima concentración y atención en el cual se pierde la
noción del tiempo y te abstrae del contexto que te rodea.
El desempeño ocupacional sería el resultado de la
interacción entre las habilidades, destrezas, entorno en el que se encuentra
una persona, y las demandas que una actividad requiere para realizarla. Éstas actividades,
son propositivas y significativas para la persona que las realiza.
Entonces si relacionamos ambos conceptos, nos encontramos
que realizar actividades significativas favorece el máximo involucramiento de
la persona potenciando su desempeño ocupacional.
Mihaly Csikszentmihalyi, está considerado como el
investigador más importante del mundo en el campo de la Psicología Positiva. Es
el creador de la idea de flujo.
¿En qué consiste la
Teoría del flujo?
La Teoría del Flujo relaciona la habilidad que tiene una
persona para realizar una actividad con el grado de desafío que le supone
realizarla.
Cuando una persona se encuentra tan involucrada, tan
comprometida en la realización de una ocupación, llega a un extremo en que se
olvida de todo. Está tan concentrada en lo que está realizando que no es
consciente del tiempo que puede llevar haciéndolo, sin importarle o no si
tendrá éxito o fracaso. Esa sensación le causará un placer que le hará que
quiera repetir la actividad para sentir de nuevo esa sensación, ese estado de
flujo.
Cuando somos capaces de afrontar la vida con esa
implicación y entusiasmo, logramos tener una personalidad autotélica, (del
griego auto (yo) y telos (meta)).
Una actividad autotélica sería aquella actividad que
hacemos por sí misma, porque su meta principal es vivirla.
Según Csikszentmihalyim, cualquier actividad física o
mental, puede producir un estado de flujo, si se dan unos elementos que son
relevantes, es decir, que se pongan en juego una serie de requisitos. Para ello,
la actividad a realizar, tiene que ser complicada, tiene que suponer un
desafío, tiene que haber un compromiso por parte de la persona, que la actividad
tenga unos objetivos claros que le proporcionen un feedback inmediato y que
ésta, esté al nivel de sus habilidades, que sus capacidades estén a la altura.
Esto es muy importante porque si los desafíos
ocupacionales superan las habilidades de la persona, ésta puede entrar en un estado
de ansiedad, al no verse capaz de realizarlo. Por el contrario, si las
habilidades de la persona superan a las demandas requeridas por la actividad,
la persona se puede aburrir al no existir motivación, un desafío o un reto de
realizarla.
Resulta curioso pero el trabajo, es más propicio que el
ocio para alcanzar el “estado de flujo”. La clave está en que en el trabajo,
tenemos unos objetivos claros de lo que tenemos que hacer, y nos proporciona un
feedback inmediato de si lo estamos haciendo bien o mal.
Entrevista de Eduard Punset a Mihaly Csikszentmihalyi,
sobre el estado de flujo:
El ideal de un Terapeuta Ocupacional es conseguir que una
persona sea capaz de implicarse en la realización de una ocupación que sea
propositiva y significativa.
El Terapeuta, cuando analiza el funcionamiento de una
ocupación, lo hace centrándose en el entorno, en la actividad y en la propia
persona, por lo que su objetivo consistirá en intervenir manipulando las
condiciones ambientales y de la actividad, para hacer posible un óptimo
desempeño ocupacional y con ello, lograr involucrar a la persona en la
realización de una determinada actividad, y que esa actividad le pueda producir
un estado de flujo.
Csikszentmihaly, M. (1998) Aprender a fluir. Barcelona. Editorial Kairós sexta edición.
Csikszentmihaly, M. (1998) Aprender a fluir. Barcelona. Editorial Kairós sexta edición.
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